Seguramente muchos de vosotros ya habréis escuchado hablar sobre la apnea del sueño y tendréis una pequeña idea de en qué consiste y que afecta a la respiración mientras dormimos. Pues bien, hoy queremos profundizar un poco más en este trastorno que afecta a tanta gente en el mundo.
Lo primero, unas cifras. ¿Sabíais que cerca del 6% de la población mundial padece apnea del sueño? Aunque hablar en tantos por ciento puede minimizar la cifra, lo cierto es que estamos hablando de 420 millones de personas. ¡Nada menos!
Según leemos en la revista National heart, Lung, and Blood Institute “La apnea del sueño es un trastorno común en el que la persona que lo sufre hace una o más pausas en la respiración o tiene respiraciones superficiales durante el sueño.”
Estas pausas “duran entre unos pocos segundos y varios minutos. A menudo ocurren entre 30 veces o más por hora. Por lo general, la respiración vuelve a la normalidad, a veces con un ronquido fuerte o con un sonido parecido al que una persona hace cuando se atraganta.”
Índice
¿Qué es la apnea del sueño?
La apnea del sueño es uno de los trastornos más comunes del sueño, y afectan a la calidad de este; por lo que las personas que la sufren pueden sentirse cansados durante el día. Además, casi siempre “es un problema crónico (constante) de salud que altera el sueño. La persona pasa de un sueño profundo a un sueño liviano cuando hay una pausa en la respiración o cuando la respiración se vuelve superficial.”
Se estima que entre 5 y 7 millones de personas en España sufren apneas del sueño; según un estudio de la Sociedad Española del Sueño, en colaboración con Philips. Un problema que dificulta el descanso de las personas que lo sufre y sus acompañantes.
Tipos de apnea del sueño
Existen tres tipos definidos de apnea del sueño:
Apnea obstructiva del sueño
Es la más frecuente y afecta a casi el 90% de los diagnosticados con apnea. En ella, los pulmones dejan de recibir aire debido a la obstrucción de vías superiores (nariz, garganta…).
¿Qué causa este tipo de apnea? Puede deberse a varios factores, desde nuestra propia formación osea, hasta las típicas inflamaciones temporales de amígdalas, adenoides o posturas que bloquean parcialmente las vías respiratorias. Lo más frecuente es que se deba a que los tejidos blandos de la garganta se relajan y no dejan pasar aire.
relajación de los tejidos blandos de la parte posterior de la garganta que bloquea el paso del aire. La apnea central del sueño está causada por irregularidades de las señales respiratorias normales del cerebro.
Apnea central del sueño
Es muy poco frecuente y más grave que la anterior, ya que en sus causas suele intervenir el cerebro, que no envía señales de respiración normal o no ejerce la fuerza suficiente para respirar, lo cual es peligroso.
Apnea del sueño mixta
Como ya podréis entender, se trata de un tipo de apnea del sueño que presenta alguno o varios de los síntomas y causas de las dos anteriores.
Dicho esto y analizados los tres tipos de apnea del sueño, ahora toca tranquilizar un poco, que ya sabéis que aquí no nos gusta alarmar a nadie. Recordad que casi el 90% de los casos que se presentan con apnea, suelen ser del primer tipo. Por tanto, si entendéis que podéis padecer apnea, tened en cuenta dos cosas. Lo primero es acudir al médico ¡y eso sí que es importante! Una apnea del sueño sin tratar puede derivar en enfermedad grave e incluso en muerte. ¡Y aquí sí que somos pesados! Lo segundo, no os pongáis nerviosos, lo lógico, dentro de lo que estamos hablando, es que no venga acarreada por problemas de índole más grave. ¡Pero acudid al médico! ¿Vale? Pues seguimos.
Consejos y tratamientos de la apnea del sueño
Existen diversos tipos de tratamientos para la apnea del sueño y todos pasan por la visita al médico para que analice nuestra historia clínica y el grado de gravedad del trastorno. También por llevar una vida saludable. A partir de ahí, hay varias cosas que podemos hacer.
Veamos los consejos para no agravar una apnea del sueño:
Dejar de fumar
Si estamos hablando de una enfermedad que tiene que ver con los conductos de la respiración, es lógico pensar que fumar es una de las peores cosas que podemos hacer.
Régimen y deporte
La obesidad también influye de manera decisiva en nuestra capacidad de respiración. Hacer deporte y oxigenar nuestro cuerpo se convierte en vital cuando sufrimos de este trastorno.
Evitar el alcohol
No vamos ahora a explicar lo malo que es el alcohol para nuestro organismo pero, por si aún hay algún incrédulo… ¿verdad que cuando bebemos más de la cuenta, roncamos más? Pues ésa es la mejor señal para saber que el alcohol afecta a las vías respiratorias y, por tanto, es fatídico para la apnea del sueño.
Evitar medicamentos relajantes
Como decíamos antes al hablar de la apnea obstructiva, ésta se produce por una relajación de los tejidos blandos de la garganta. También hemos hablado de que otra causa de apnea es la falta de fuerza ejercida mientras dormimos para respirar. De esto se deduce que cualquier medicamento relajante o sedante será nocivo para nuestra afección.
Almohadas especiales contra la apnea del sueño
En este caso, no hablamos de almohadas Bedland ni de la almohada cervical, de la que ya os hablamos hace poco. Nos referimos esta vez a almohadas especiales que tratan de impedir que durmamos bocarriba, ya que es una postura perjudicial para la apnea.
CPAP
Es un aparato que se define como dispositivo de presión positiva continua de la vía aérea (CPAP son sus siglas en inglés). Se trata de una especie de mascarilla que nos ponemos en la cara y del cual sale un tubo que ejerce la presión necesaria para que tenga lugar una óptima respiración. La CPAP es una máscara incómoda pero, en muchas ocasiones, es muy necesaria y el único recurso para frenar la apnea del sueño. Si queréis más información, os dejamos una web con este tipo de máquina CPAP.
Tratamiento quirúrgico para la apnea del sueño
También existe esta salida. Se tratará de extirpar tejidos para abrir más espacio a las vías aéreas. Está recomendado ante pólipos o hipertrofia de las amígdalas.
Ya sabéis algo más acerca de la apnea del sueño. Ya sabéis lo que os aconsejamos siempre, en cuanto tengáis la más mínima señal… ¡al médico!
