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Cómo elegir un colchón fresco

Saber cómo elegir un colchón fresco puede parecer una tarea complicada: ¿qué tipo de materiales debe incorporar? ¿Influye la firmeza? ¿Todos dan el mismo calor?

Nos hacemos un montón de preguntas, pero lo cierto es que sólo queremos colchones frescos para verano. Durante el invierno, preferimos colchones que conserven mejor la temperatura, y que nos den esa sensación tan acogedora al meternos en cama.

En Bedland somos expertos en descanso y es por eso, que te proponemos algunos consejos para acertar con tu elección. ¡No pasarás ni frío ni calor!

¿Cómo elegir un colchón fresco?

Lo cierto es que sobre cómo elegir un colchón fresco hay mucho escrito.

En tu elección deberás considerar algunos aspectos esenciales, como: los materiales, la firmeza o complementos del colchón como los somieres. A continuación, vamos a repasar todo lo que deberás considerar antes de comprar un colchón.

Apuesta por un colchón fresco y transpirable

Si buscas un colchón fresco y transpirable, es importante que atiendas a los materiales y composición. No es lo mismo un colchón de látex, que disipará la temperatura mucho mejor, que uno de espuma densa que apenas transpira.

Ten en cuenta que, además, hay características técnicas que influirán en la sensación de calor. Es muy importante que pienses en la edad de la persona que lo va a usar, si tiene tendencia a la sudoración, etc.

Así, los más jóvenes estarán genial con un colchón de muelles, mientras que alguien mayor o que sude poco estará mejor con un colchón de firmeza alta (ya que tenderá a moverse menos).

Si tienes dudas sobre qué material es el que más te conviene, en el artículo “¿Colchones de muelles o colchones viscoelásticos?” te explicamos las características de cada uno.

Elige la firmeza de colchón adecuada

Colchón duro o blando, ¿realmente influye? En realidad, la sensación de mayor temperatura durante las horas de sueño no depende tanto de la firmeza del colchón como de su capacidad de adaptación.

Si escogemos un colchón muy adaptable, con materiales muy densos y moldeables, tendremos la sensación de que el colchón nos envuelve al dormir, generándonos más calor.

Por el contrario, si nos decidimos por un colchón de materiales más estables y menor adaptabilidad, tendremos mayor sensación de frescor durante la noche.

Si queremos apostar por la adaptabilidad pero buscamos frescor, es importante que busquemos un colchón con espumaciones de poro abierto y sistemas específicos de transpiración: perfiles, perforaciones, etc.

Además de la parte más interna, los textiles que componen el colchón son también decisorios a la hora de hacerlo fresco o caluroso. Si buscas un colchón más fresco, evita que tenga tejidos sintéticos o algún tipo de lana.

Somieres y complementos del cochón

Más allá de estas ideas, si buscas un colchón bien fresquito, puedes valorar algo más que el propio colchón.

Pensar en los somieres, puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de tu decisión. Por ello:

  • Los somieres tapizados siempre incrementarán un poquito más la temperatura, al contar con una capa más densa cubriendo la estructura. Con todo, marcará la diferencia si el colchón es de calidad y permite transpirar.
  • Un somier multiláminas podría marcar la diferencia para una persona joven, tendiente a sudar o que se mueve mucho en cama.

En suma, a la hora de establecer cómo elegir un colchón fresco, hemos de considerar algunos aspectos esenciales: materiales, ropa de cama y somier, así como las características de la persona. Si tenemos todo eso en cuenta, la elección nos permitirá dormir a gusto en verano, y muy fresquitos en invierno.

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