DECORAR HABITACIÓN BLANCO

Decoración de un dormitorio blanco: ¿Qué tener en cuenta?

Optar por la decoración de un dormitorio en blanco tiene implicaciones más allá del interiorismo. Qué mejor idea que elegir al blanco como tonalidad principal para el espacio donde se descansa. Si la tranquilidad, el orden y la calidez son sensaciones deseables para ti al final del día, seguro que te interesará este artículo. Conoce con Bedland cómo llevar a cabo la decoración de un dormitorio blanco.

Dormitorios en blanco: ¿Por qué apostar por él?

Para muchas personas puede ser más de lo mismo, un clásico que no dice nada nuevo. Sin embargo, el blanco es siempre sinónimo de equilibrio y elegancia. En un plano  práctico, es el color más recomendable para estancias oscuras, ya que ayuda a reflejar la luz. Pero además de estas consideraciones, los dormitorios en blanco pueden tener una gran personalidad.  

El blanco y toda su gama de tonalidades tienen en la habitación donde se descansa el mejor espacio donde expresar sus cualidades. En efecto, el dormitorio es quizás la estancia de la casa donde este color tiene más que aportar. Por la mañana, la luminosidad del día se potencia con el blanco de las paredes y de otros elementos decorativos. Igualmente, la neutralidad de este color aporta equilibrio y sosiego cuando es necesario dormir.

Por su parte, una habitación con los muebles blancos admite múltiples combinaciones. Algunas ideas de cómo decorar un dormitorio de matrimonio en blanco se centran en el contraste. Esto se refiere a la gran capacidad ecléctica que tiene el blanco, sin importar el estilo de mobiliario ni el resto de tonalidades que lo acompañan. Por ejemplo, podemos otorgar mayor carácter a nuestra habitación si mezclamos, por ejemplo, una cómoda de madera y la combinamos con un cabecero blanco y unas mesitas de noche en el mismo color. Otra opción son los muebles lacados en blanco. Estanterías, cajoneras, armarios e incluso la cama destacarán lacados en blanco junto a los colores vivos de las tapicerías de butacas, sofás o tapices.  De esta forma evitaremos demasiada uniformidad por un exceso del efecto monocolor.

Los textiles en un dormitorio blanco

El color blanco presenta abundantes tonalidades que podemos integrar en los tejidos del dormitorio. El blanco roto, el blanco perla, el blanco frío, cálido… Cada uno de ellos aporta en los distintos textiles un complemento de extraordinaria vistosidad junto a los muebles y las paredes. Jugar con las gamas de una misma tonalidad ofrece un cuidadoso contrapunto que no resulta pretencioso.

El blanco frío incluye matices azules, grises y verdes, lo cual hace que se vean como nítidos y limpios. Sin duda, estos blancos crean en las paredes o en las fundas de las almohadas y de edredón perfiles de líneas bien definidas. Esta decoración del dormitorio en blanco es típica de estilos nórdicos y minimalistas. Igualmente, el blanco cálido tiene un rango de luz que oscila desde el naranja al blanco amarillento. Con él creamos ambientes acogedores y muy íntimos. También puede utilizarse para la ropa de cama pero es particularmente atrayente en alfombras, cojines y cortinas. El blanco crema es propio del dormitorio colonial pero también en dormitorios clásicos en el que reinan sábanas de algodón y muebles de maderas nobles.

Una vez creada la base de la decoración de un dormitorio blanco, podemos integrar más elementos. Esto depende del gusto personal. Elementos vintage, fotos en blanco y negro o en color, esculturas, decoración zen y oriental… Cualquier estilo casa con la decoración del dormitorio en blanco.

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