Posturas para dormir en pareja

Posturas para dormir en pareja, ¿qué significan?

El catálogo de posturas para dormir en pareja es infinito y, según psicólogos expertos en relaciones personales, éstas revelan en buena medida el tipo de relación que hay entre ambos. De forma más o menos inconsciente, a la hora de dormir adoptamos el mismo rol que tenemos (o querríamos tener) en nuestra relación. ¿Sabes cuál es su significado? ¡Sigue leyendo y descúbrelo!

Significado de las distintas posturas para dormir en pareja

Encarados

Dormir cara a cara, mirándose el uno al otro, es propio de aquellas parejas estables, capaces de sortear fácilmente los problemas cotidianos. Esta postura para dormir en pareja, sin embargo, es una de las menos frecuentes. ¡Solo un 4%!

Y aquí debemos introducir un matiz: si la pareja duerme cara a cara, manteniendo el contacto físico, significa que entre ellos hay una gran conexión emocional y que quieren las mismas cosas. No obstante, si no se tocan entre ellos, esto es síntoma de que necesitan más complicidad y no la están consiguiendo.

Ambos bocarriba

Ya sea solo o acompañado, dormir bocarriba es un síntoma de seguridad y confianza. En parejas tempranas, es habitual que la mujer coloque la cabeza sobre el pecho del hombre, mientras éste la arropa con su brazo. En estos casos, se asocia la postura masculina a un rol protector.

Cucharita

En esta postura, prácticamente todo el cuerpo permanece en contacto. Según un estudio, un 18% de las parejas elige esta postura para dormir, denotando un alto grado de comprensión y cariño entre las partes (además de una fuerte atracción sexual entre ambos).

De espaldas

Aunque a priori pueda parecer una posición de distanciamiento, dormir de espaldas a la pareja suele ser la postura más habitual (¡más de un 45%). Ahora bien, podemos hacer distintas lecturas en función de la distancia que hay entre ambos.

Cuando la pareja duerme de espaldas, manteniendo el contacto, normalmente se trata de personas que dan mucha importancia al propio espacio. No tienen inconveniente en estar juntos haciendo cosas distintas, su relación es muy saludable.

Sin embargo, cuando no hay contacto y la distancia entre ambos aumenta, puede ser un indicador de que algo está fallando (sobre todo sin antes dormían en otra postura o uno de los miembros de la pareja se siente incómodo con esta situación). En estos casos, lo mejor es hablarlo, ya que también puede deberse a periodos de mayor cansancio o falta de espacio (momento de dar el salto a un colchón de mayor tamaño).

Rey o Reina de la cama

Cuando uno de los dos se hace con el control y domina la cama, tampoco es una buena señal. La persona que se apodera del colchón está siendo egoísta (a la hora de dormir y, posiblemente, en la relación). Si además las cabezas están desalineadas y la persona que más espacio ocupa es también la que duerme más cerca del cabecero, deja a la otra en una posición de sumisión. ¡Es momento de corregirlo!

Bocabajo

Esta postura para dormir en pareja es, sin duda, la menos habitual. Se denomina también “caída libre” y es más propio de personas solteras o que duermen solas, aunque para éstas, existen mejores opciones a la hora de elegir una postura para dormir. Cuando dormir bocabajo empieza a ser frecuente en una relación, salta la alerta roja: es probable que haya problemas personales que deben resolverse con urgencia.

Unidos por los pies

Cerramos con una de las posturas para dormir en pareja más curiosas (¡y picantes!), ya que la pareja que duerme entrelazando sus pies tiene una fuerte conexión sexual. No obstante, si es solo uno de los miembros de la pareja el que busca al otro, puede ser un indicador de insatisfacción o sentimiento de rechazo.

Si quieres profundizar más sobre las distintas variantes y significados de las formas de dormir en pareja, te recomendamos este vídeo.

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