Sin los protectores de colchón tu equipo de descanso está expuesto a un deterioro constante. Las ventajas de usar un protector para el colchón están fuera de duda. La acumulación de polvo y la humedad constante suponen un grave riesgo para la salud. Por otra parte, los protectores de cama evitan que las manchas derivadas por su uso se traspasen al colchón.

Nos pasamos un tercio de la vida durmiendo y, por eso, debemos evitar que los microorganismos penetren en la superficie de descanso. Para que esto no ocurra, existen los protectores de colchón. Este accesorio tiene la ventaja de poder lavarse con toda la frecuencia que deseemos. Además de servir para alargar la vida útil del colchón, evita la aparición de diversas afecciones respiratorias y alergias. De igual manera, un protector de colchón transpirable es un arma eficaz contra el moho. El clima húmedo y el exceso de sudoración pueden provocar manchas superficiales y, lo que es peor, que las esporas proliferen en su interior.

En el mercado existen tejidos como el Tencel™, conocido protector de colchón. Otra alternativa es la calidad y vanguardia que ofrece el protector de colchón Bedland. Esta solución para cubrir tu colchón eficazmente es también una sábana protectora de colchón. De hecho, las características técnicas de la sábana protectora Nhoa son únicas en el mercado de complementos para el descanso.  

El protector de colchón Nhoa de Bedland te ahorra, pues, utilizar sábana bajera. Es impermeable pero sus tejidos resultan frescos gracias a sus propiedades termorreguladoras. Además, este tipo de funda y sábana a la vez resulta enormemente agradable al tacto y no hace ruido con nuestros movimientos.

En Bedland tenemos a tu disposición una enorme variedad de protectores de colchones y otros complementos para camas. Para camas dobles, contamos con un protector de colchón de 135x190 o el protector de colchón de 150x190 pero también de 160 y 200 cm de ancho. Para camas individuales encontrarás igualmente numerosas medidas de ancho y largo.